Definimos aire comprimido como una forma de energía que, tras la energía eléctrica, es la forma de energía más utilizada en la industria española. Su principio de funcionamiento se basa en la compresión de una determinada masa de aire ambiente a una determinada presión y su posterior utilización en multitud de aplicaciones. Este proceso de compresión se produce mediante la reducción del volumen que una determinada masa de aire ocupa a presión atmosférica. Al reducir dicho volumen, aumentamos la presión de dicha masa de aire según las leyes de los gases ideales:
P×V=n×R×T
Como podemos deducir de la expresión matemática, al reducir el volumen, se aumenta la presión.
¿Para qué se usa el aire comprimido?
El uso y utilización del aire comprimido se podría aplicar, prácticamente, a cualquier utilidad. Sí que es cierto que debemos tener en cuenta los factores que definen al aire comprimido, como son: presión y caudal.
Como hemos comentado, los usos del aire comprimido son prácticamente innumerables, por ello, es de vital importancia definir con total precisión el caudal y la presión que nuestras aplicaciones van a precisar para que, no solo tengamos un buen uso del aire, sino que su producción sea lo más eficiente posible.
Hoy en día, gracias a la tecnología neumática, existen multitud de opciones para realizar cualquier aplicación mediante aire comprimido. En EnergyAir hemos desarrollado multitud de aplicaciones que han transformado un proceso mecánico en un proceso neumático, reduciendo así riesgos mecánicos o eléctricos y consiguiendo aplicaciones más seguras. Gracias a marcas como Festo, el portfolio de ítems y de alternativas neumáticas es tan enorme que podemos decir que podemos diseñar cualquier proceso o parte de un proceso mediante la utilización de accionamiento puramente neumáticos.
