Presión del aire comprimido: ¿cuál es y cómo se mide?

Si nos atenemos a una definición técnica, la presión del aire comprimido es una presión superior a la presión atmosférica normal. Podemos decir que cuando hablamos de aire comprimido hablamos de una determinada masa de aire ambiente que ha sido sometido a un proceso, por el cual, se ha aumentado su presión normal. Esto se produce por la capacidad del aire de ser compresible, siguiendo la ley de los gases.

El proceso de compresión del aire puede realizarse por dos principios básicos:

  • Compresión por desplazamiento positivo: el aire es aspirado del ambiente y se confina en un habitáculo que disminuye su volumen de forma gradual. Los compresores de pistón utilizan este principio
  • Compresión dinámica: en este principio, el aire es aspirado por unos rodetes que giran a gran velocidad para, posteriormente, descargar el aire a través de un difusor dónde se transforma la energía cinética en presión estática.

Una vez que conocemos qué es y cómo se comprime el aire, podemos hablar de cómo medirlo. La forma más común es mediante un manómetro, un dispositivo que se conecta a la red que contiene el aire comprimido y nos indican el valor numérico de dicha presión. Existen multitud de manómetros e indicadores de presión que dependerán del uso o aplicación de nuestro aire y de cómo queramos interpretar esos valores.

Hoy en día, hablar de aire comprimido es hablar de cualquier faceta de nuestras propias vidas. Todos, en un momento u otro, hemos hecho uso alguna vez del aire comprimido para, por ejemplo, pintar una pared de casa, comprobar la presión de las ruedas de nuestro coche o, como es muy habitual, cuando somos niños, y tenemos nuestra primera bicicleta, hinchar las ruedas para poder disfrutar de ella. Sí, aunque alguna persona pueda dudar, podemos generar aire comprimido con nuestras propias manos mediante una bomba manual.

Presión del aire comprimido: ¿cuál es y cómo se mide?