Cuando nos encontramos inmersos en un proceso productivo, uno de los factores más importantes a tener en cuenta es la continuidad de nuestra producción. Nuestros sistemas auxiliares permiten que nuestra cadena siga en funcionamiento y no haya paradas inesperadas. Dentro de los sistemas auxiliares se encuentra el aire comprimido, elemento fundamental en la gran mayoría de accionamientos y maniobras. Una parada repentina, una avería sin diagnosticar o un simple fallo en la producción puede suponer varios miles de euros en un corto espacio de tiempo.
¿Qué implica una revisión general de su compresor?
Una revisión general debe valorarse como una inversión a corto-medio plazo, ya que el estado actual del equipo supone que nuestro suministro sea estable y eficaz.
Un compresor de aire es un complejo sistema de elementos mecánicos y electrónicos que produce aire a una determinada presión, por ende, la producción de aire dependerá directamente de una serie de factores que debemos controlar, vigilar y mantener.
Una revisión general es más que la sustitución de los elementos de filtración, ya que, como hemos comentado anteriormente, una revisión general comprenderá los siguientes términos:
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Mantenimiento y sustitución de los elementos de filtración de aire, aceite y filtros desoleadores.
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Mantenimiento y revisión de latiguillos y conductores hidráulicos.
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Sustitución y comprobación de estado de lubricantes.
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Sustitución y revisión de accionamientos y válvulas de maniobra.
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Control y medición de parámetros de control eléctrico y neumático.
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Inspección y verificación de elementos de seguridad, tanto para el personal como para la propia máquina.
En definitiva, la revisión general de un equipo debe ser valorada activamente como una forma más de producir, ya que la salud económica de nuestra empresa está directamente relacionada con la salud técnica de nuestro compresor de aire. Una revisión realizada a tiempo puedo evitarnos gastos y pérdida económica de cuantiosa valía.
