Cuando hablamos de innovación y desarrollo, podemos centrarnos en multitud de temas que pueden afectar a todos los elementos que componen nuestra red de aire comprimido.
En la actualidad, esta innovación se basa, fundamentalmente, en la producción eficiente de aire, optimizando el consumo de recursos y aumentando la eficiencia de nuestros compresores y accesorios.
La producción de aire comprimido se fundamenta en el consumo en energético de un motor eléctrico y el accionamiento, mediante el mismo, de elementos productores de aire. Estos elementos son los que pueden convertir nuestro compresor en una máquina realmente eficiente.
Hoy en día, en Atlas Copco tenemos equipos de velocidad variable que son capaces del alcanzar valores de ahorro energético cercanos al 60%, en comparación con compresores de accionamiento carga/descarga. Estos valores se consiguen gracias a la optimización de los sistemas de control del propio equipo: producimos solo lo que precisamos, por lo que nuestro compresor consumirá la energía eléctrica estrictamente necesaria.
Pero las innovaciones no solo se basan en los compresores de velocidad variable. Si nos introducimos en el mundo de los compresores de accionamiento carga/descarga, el objetivo no es producir en función de la demanda, sino, directamente, producir de forma eficiente: intentar que el consumo energético del motor sea el menor posible. Dicho de esta forma, parece un proceso sencillo, pero la realidad pasa por un alto grado de desarrollo e investigación de diferentes tipos de motores dónde juegan un papel fundamental aspectos tan básicos como la refrigeración, la lubricación, los sistemas de rodamientos o la calidad de los materiales conductores de los mismos.
Pero claro, cuando hablamos de innovar dentro del mundo del aire comprimido, no solo podemos centrarnos en su producción, sino que partes como el tratamiento de la calidad del aire o la propia distribución del mismo, afectan también, y no de forma sucinta, al desarrollo y avance de la tecnología neumática.
En cuanto al tratamiento de aire comprimido, los objetivos que la industria actual se ha fijado son dos aspectos claros: mejorar la sostenibilidad de los materiales que componen los elementos de tratamiento y, por otro lado, conseguir que el tratamiento de aire comprimido tenga la menor repercusión posible en la eficiencia energética de la producción. Hasta hace unos años, los valores de pérdida de carga de filtros o secadores frigoríficos eran tales que, para el cálculo de una red de aire, era necesario conocer con antelación qué elementos iban a conformar la red de aire. Hoy en día, aunque se deben tener en cuenta, sus factores de corrección son más testimoniales que necesarios. Consecuencia evidente de la mejora de los sistemas de fabricación y la alta tecnología de algunos materiales de filtración. Este último caso es de reseñar si, por ejemplo, analizamos el material Cerades de Atlas Copco. Os invitamos a buscar algo de información y entender la novedosa tecnología que posee este material. La innovación siempre va de la mano de la propia producción, una red neumática eficaz y eficiente le permitirá producir aire comprimido de calidad y con un importante ahorro energético.
