Importancia de la calidad del aire comprimido en la industria farmacéutica

Desde hace ya muchos años, en el mundo de la ingeniería neumática se viene aplicando criterios, normas y legislaciones que limitan y definen la calidad del aire comprimido para diferentes tipos de procesos, en concreto, en la industria farmacéutica no existe una legislación específica para ello, si bien, es de sentido común, el asumir que la calidad del aire utilizado ha de ser muy superior, máxime cuando el aire comprimido esté o pueda llegar a estar en contacto con el propio producto.

Si bien es cierto que los procesos dentro de la industria farmacéutica pueden ser muy variados, debemos de tener claro que, en cualquier caso, la calidad del aire comprimido ha de cumplir unos mínimos legales descritos en la ISO 8573-1. En esta norma podremos encontrar los valores máximos de partículas sólidas, agua/humedad o contenido de aceite, todos ellos, determinantes para la calidad del producto final. Si el aire comprimido está en contacto con el producto, además de cumplir esta norma, su pureza, limpieza y humedad han de ser evaluadas en todo momento, para evitar problemas de contaminación de productos. Si, por otro lado, el aire no está en contacto con productos finales, sino que es utilizado para accionamientos o dispositivos neumáticos, la salud y vida útil de esta instrumentación también ser verá afectada si la calidad, el aire no es la adecuada. En resumidas cuentas, todo el aire comprimido que produzcamos deberá de gozar de una excelente calidad, independientemente de cuál sea su utilización.

Un punto importante que debemos asimilar es el contenido de gérmenes o microorganismos contenidos en al aire. Bien es cierto que la ISO 8573-1 no define ni cualitativa ni cuantitativamente el contenido de este material, pero, qué duda cabe, que la existencia de estos elementos en nuestro aire comprimido no solo puede afectar a la calidad final del producto, sino que puede suponer un riesgo para la salud del usuario final.

A pesar de lo descrito anteriormente, no debemos dejar de mencionar las conocidas como Buenas Prácticas de Fabricación (GMP en inglés). Este conjunto de normas viene recogido y amparado por las diferentes organizaciones a nivel mundial que controlan y vigilan que en la industria farmacéutica se apliquen y respeten los criterios técnicos de producción y fabricación al amparo de la legislación vigente.

En EnergyAir somos especialistas en la definición, producción y mantenimiento de infraestructuras neumáticas que permitan, como en el caso de la industria farmacéutica, que el aire comprimido producido y consumido cumpla con los estándares de calidad y pureza que su proceso necesite.

Importancia de la calidad del aire comprimido en la industria farmacéutica