El correcto tratamiento del aire comprimido

Una de los valores más importantes a tener en cuenta en la producción de aire comprimido es su calidad, controlada y contrasta mediante la norma ISO 8573-1, que parametriza la cantidad de agentes externos que un aire comprimido debe tener.

En un sector en el que la tecnología se desarrolla de forma exponencial, es vital definir los criterios necesarios para evaluar nuestro aire comprimido y ofrecer a nuestros clientes la máxima calidad.

Elementos: separadores de agua, aceite, filtros y secadores del aire

Para mejorar la calidad del aire existen dispositivos que regulan los agentes que puede contener el aire comprimido, todos ellos vienen regulados en la norma mediante valores totales, a saber:

  1. Agua: la presencia de agua se puede delimitar mediante el secado del aire, una vez comprimido o mediante separadores de humedad. Estos dispositivos condensan el agua que hay presente en el aire mediante procedimientos físicos
  2. Filtros: sirven para retener todas aquellas partículas sólidas que estén en suspensión en el aire, evitando así el daño producido por estas.
  3. Eliminación del aceite: este proceso es fundamental por dos razones muy importantes: el propio aprovechamiento del aceite del compresor y la contaminación que pueda generar este al estar en contacto con el aire comprimido.

Es un hecho muy común que en la industria no se le conceda la importancia que tiene la calidad de nuestro aire comprimido, pero si queremos tener una producción de calidad, eficiente y cumpliendo la normativa actual debemos de dar el peso específico que merecen todos y cada uno de los parámetros de calidad de nuestro aire.

En EnergyAir realizamos estudios de medición de la calidad del aire comprimido, ofreciendo la mejor alternativa para fijar un control de calidad óptimo y seguro.

El correcto tratamiento del aire comprimido