Compresores de aire en la industria alimentaria

Uno de los factores más determinantes a la hora de diseñar e instalar una red de aire es la calidad del aire, bajo el amparo de la norma ISO8573 tenemos un amplio abanico de detalles técnicos que debemos controlar y analizar para poder producir un aire comprimido que cumpla con las exigencias que la norma nos detalla. Este aspecto es aún más determinante cuando hablamos de industrias o procesos en los que se producen alimentos y productos que van dirigidos al consumo humano. Desde la propia producción, desplazamiento o hasta en el envasado de productos, el aire comprimido forma parte de la cadena de producción y debe estar controlado y parametrizado en todo momento.

Además de la propia norma ISO8573, en España son de aplicación otras normativas, como, por ejemplo:

  1.  Norma IFS FOOD, reconocida por la Global Food Safety Initiative (GFSI): audita a las empresas productos de alimentos a granel.
  2.  Norma BRCGS, cuyo objetivo es estandarizar todos los protocolos de una cadena alimentaria para certificar la calidad y salud en los productos.

Con todo esto, podemos afirmar que es una de las tipologías de industria más exigente que existe y, por ello, el aire comprimido ha de cumplir los parámetros que en estos textos normativos se exigen. Para poder entrar en detalle, nos vamos a centrar en la ISO 8573 como norma marco de cara a cualquier tipo de proceso. En esta norma se detalla pormenorizadamente la cantidad máxima de determinados elementos que puede contener el aire comprimido. Estos elementos se dividen en tres grandes grupos, a saber:

  1. Partículas sólidas, de cualquier tipo, que puedan estar en el propio ambiente dónde se encuentre el compresor
  2. Humedad
  3. Aceite o derivados, en la mayoría de los casos perteneciente a la propia lubricación del equipo

Para determinar estos valores, se realizan auditorías de calidad del aire comprimido en todos aquellos puntos en los cuales el aire comprimido sea susceptible de entrar en contacto, directo o indirecto, con el producto final o sus componentes.

De forma resumida, podemos condensar toda la información afirmando que, para cada proceso, sea alimentario o no, debemos de conocer la calidad de aire que, según normativa, se nos demanda. Una auditoría de calidad de aire, como las que EnergyAir realiza conjuntamente con la firma CS Instruments, no solo nos va a detallar la calidad de nuestro aire comprimido, sino que nos va a permitir obtener aquellas certificaciones o valoraciones de calidad que nos demanden o de las cuales nuestra empresa quiera ser partícipe.

Compresores de aire en la industria alimentaria