Aplicaciones del aire comprimido en la alimentación

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la industria alimentaria en España tiene una cifra de negocios de 126.354,1 M€, lo que nos da pie a ser consecuentes en qué aire comprimido producimos para la industria y cómo lo producimos.

Dentro de este sector, debemos tener en cuenta que no exista una aplicación específica que sea más notoria que otra, como cualquier otra industria, el aire comprimido es utilizado para diferentes tipologías de aplicaciones y procesos: desplazamiento, elevación, motores neumáticos, soplado, accionamientos electroneumáticos…

Con esto qué pretendemos decir, que lo importante en la industria alimentaria no es la aplicación del aire comprimido, que puede ser similar a otro tipo de industria, sino la calidad que, en la gran mayoría de ocasiones, se demanda del aire comprimido.

Al existir una serie de procesos que son susceptibles de estar en contacto con alimentos o sus continentes, es de vital importancia, para todos, que nuestro aire comprimido, al menos, cumpla con los estándares normativos vigentes en Europa, para ello, debemos seguir a rajatabla lo especificado en la norma ISO 8573-1, dónde se limitan los contenidos máximos de diferentes contaminantes en nuestro aire comprimido.

A modo de ejemplo, debemos tener en cuenta que nuestro proceso tenga un contacto directo o indirecto en relación al producto/continente y el aire comprimido. Una vez definido este contacto, deberemos aplicar la calidad de aire que se nos exija, siguiendo las pautas de la siguiente tabla:

En ella podemos observar los valores máximos permitidos en función de la calidad demandada y del contaminante analizado.

En EnergyAir somos especialistas en la realización de auditoría de calidad de aire y su posterior tratamiento, asegurando y certificando a nuestro cliente en la calidad demandada.

Aplicaciones del aire comprimido en la alimentación